martes, 27 de marzo de 2012

# 275


Querida distancia:
  Hace tiempo quería escribirte pero no he visto el momento apropiado. Me gustaría agradecerte tantas cosas como no agradecerte muchas otras. Y bien, conocí a una persona, pensé que sería otra más, un capítulo más de la historia de mi vida pero estaba equivocada, hace tan solo un año y nueve meses conocí a la persona que me enseñaría a amar, la persona que más me haría sufrir, llorar, soñar, reir, tener un nido de mariposas en mi cuerpo, valorar, extrañar, sin duda conocí a la persona más importante de mi vida. Con él he vivido tantos momentos... tanto buenos como malos como en toda relación. Puede que tenga defectos, al igual que yo pero si volviera a ese momento y supiera que me esperaría todo esto volvería a querer que formara parte de mi vida. Por que me ha enseñado muchas cosas, con él he aprendido que puedes irte a dormir y soñar que lo tocas que es real que existe que está contigo y aún sea un sueño has saboreado su aroma por un instante. También he aprendido a tener paciencia, a que las cosas no siempre salen como las esperamos y que ser tímida es algo que se puede superar. Tú, querida amiga, nos has enseñado a superar obstáculos, muchísimos diría yo, nos has enseñado a ser fuertes, a apreciar cada momento y a valorar que a pesar de que tú existas y seas una barrera para nosotros, hemos tenido la oportunidad de conocernos, de vivir momentos mágicos de amarnos y enamorarnos... en fin. Sabes a veces hemos querido rendirnos, pero este amor que nos une no nos a permitido el estar el uno sin el otro, ahora eres un factor esencial en nuestra relación... lo sabemos ya lo tenemos asumido, y tú siempre vas a estar presente en mi vida, no sé porque razón pero Dios me ha deparado esto, aprender a vivir contigo ya sea lejos de mi familia o de mi amor, pero no importa porque aún así me has hecho muy feliz, y siempre vas a ser mi amiga. Lo quiera o no. Ya formas parte de mi vida.

# 274




- Yo también tengo una gran responsabilidad ¿sabes? 
- ¿Ah, si? 
- Si. 
- ¿Cuál? 
- Ser feliz. Hace tiempo se lo prometí a un amigo de la infancia, que intentaría tener muchos días mágicos, pero cada vez es más difícil.

# 273


Amanece un nuevo día,
sin planes, sin nada que hacer y decides hacer algo.
Te levantas, vas al baño te encuentras con tu rostro dormido
y decides echarte agua. Bajas las escaleras de caracol mientras,
Lulú te sigue con su grisáceo pelo y tan suave como un osito.
Me preparo un poco de té y me siento a leer mi libro preferido,
mientras él me hace cosquillas con su cuerpo, es tan cariñoso
y a la vez tan arisco... mi gato. Lulú.
¿Dónde estás? 
Hace días no siento tus diminutas patitas andando por mi panza,
tampoco veo bolitas de pelos en el sofá...
Vuelve mi pequeño amigo, vuelve mi gran amor.
Tú que sabes darme cariño.

martes, 20 de marzo de 2012

# 272


Cuando el primer niño rió por primera vez, su risa se rompió en mil pedazos que saltaron por los aires en todas direcciones, y así fue como aparecieron las hadas. 
Por eso debería haber un hada para cada niño y cada niña. 
Aunque hoy en día los niños saben tantas cosas que dejan de creer muy pronto en las hadas.

# 271


Empieza el juego, quien no haya llegado ya no juega. Se precisan 1000 puntos. El primer clasificado ganará un carro blindado nuevo. Menuda suerte. Cada día leeremos la clasificación por ese altavoz de allí, al último clasificado le colgaremos un cartel que dirá: Asno. Aquí en la espalda. Nosotros estamos en el equipo de los súper malos que gritan sin cesar, quien tenga miedo pierde puntos. En tres casos se pierden todos los puntos: los pierden, uno, los que empiezan a llorar, dos, los que quieren ver a su mamá, tres, los que tienen hambre y piden la merienda. ¡Nada de eso! Es muy fácil perder puntos, porque hay hambre. Yo mismo ayer perdí 40 puntos porque no pude aguantar y pedí un panecillo de mermelada. De albaricoque. Y el de fresa. Y nada de chucherías porque nosotros nos os vamos a dar, nos las comemos todas nosotros. Yo ayer me comí 20. Me duele la barriga. Pero estaban buenas. Os lo aseguro. Perdonad que me vaya enseguida pero estamos jugando al escondite y sino me tocara parar 

# 270


El amor es sufrido y considerado, nunca es celoso. El amor no es jactancioso o engreído, nunca es grosero o egoista, nunca se ofende ni es resentido. El amor no haya placer en los pecados de los demás y se deleita en la verdad. Siempre está dispuestpo a escusar, confiar, esperar, soportar todo lo que venga.

lunes, 19 de marzo de 2012

# 269

¿Cerrar lo ojos?
Nuestra existencia no dura toda la vida,
no me queda otra,
que no perderme ningún detalle de tu sublime cara
así, cuando muera,
podré ir al cielo y no echarte de menos.

# 268


¿Miedo a qué? 
Miedo a nada, solo era una niña,
con objetivos y uno de ellos
era mantener mi corazón intacto.
Eran mis ganas de vivir la vida mientras
mis amigas lloraban 
por qué a sus novios se les olvido
llamarla ese día. 
Pero claro...
tarde o temprano esos objetivos se esfuman,
conoces a alguien sin intención alguna
y sucede.
Tu corazón.
Lo robaron.

domingo, 11 de marzo de 2012

# 267


Y por un momento estaba allí,
en tu coche de camino a algún lugar desconocido para mí.
Me tocabas la mano, y eso me daba seguridad,
esperabas a encontrar algún stop y darme un beso,
algunas veces tus ojos se distraían con mi sonrisa,
y no podías evitar mirarme y sonreír también.
Sonaba en la radio alguna canción loca que a mí me volvía más loca aún
y tú me mirabas extraño como si pensaras que era la mujer de tus sueños.
Me tocabas la mejilla, me hacías reír...
y llegamos a el lugar, sí ...
a la fábrica de sueños interminables y deseos inmemorables.

viernes, 9 de marzo de 2012

# 266


Hay cosas que por más que quieras evitarlas, son imposibles.
Tú, por ejemplo, no puedes evitar que mi corazón lata mas deprisa 
cada vez que escucha tu voz,
o ella, si la chica del helado, no puede evitar que quizás 
mientras lo disfruta se le congele los dientes,
tampoco yo puedo evitar muchas otras cosas,
como por ejemplo:
Amarte.

lunes, 5 de marzo de 2012

# 265



''Querida Holly, no tengo mucho tiempo.
No literalmente, sino porque has salido a comprar helados y volverás pronto. Ésta será la última carta, sólo me queda una cosa por decirte. Esta carta no es para que me recuerdes ni para que compres una lámpara, puedes cuidar de ti misma sin mi ayuda. Es para decirte cómo me he sentido, cómo me has cambiado, me has convertido en un hombre queriéndome, Holly, y por eso te estoy eternamente agradecido, literalmente. Quiero que me prometas algo: Que nunca estarás triste o insegura o perderás por completo la fe, que tratarás de verte con mis ojos. Gracias por aceptar ser mi esposa, soy un hombre que no se arrepiente. Qué suerte he tenido. Tú has llenado mi vida, Holly, pero yo sólo soy un capítulo de la tuya. Habrá más, te lo prometo.Y ahora viene el gran consejo: No tengas miedo a volver a enamorarte, prepárate para esa señal que parece el fin del mundo.

Posdata: Siempre te amaré.''